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Por Carmen Guillén

En la mayoría de los casos, los profesionales de la formación se centran en la creación de contenidos y olvidan la importancia de la aplicación de esos conocimientos adquiridos al puesto de trabajo. Para nosotros, la transferencia de los conocimientos es fundamental y nos aseguramos de que se produzca una transferencia real al puesto de trabajo.

¿Qué es la transferencia al puesto de trabajo?

Transferencia es el grado en que los empleados aplican con efectividad el conocimiento y habilidades obtenidas como consecuencia de las acciones formativas realizadas.

El principal objetivo de un proceso formativo es que el empleado adquiera los conocimientos necesarios y sobre todo, que sea capaz de aplicarlos para mejorar su día a día en el puesto de trabajo. Esto a su vez, impactará de forma tangible en los resultados de la organización.

Mediante la evaluación podemos comprobar si el conocimiento o las habilidades han sido adquiridas. Y nos permite valorar la calidad de la formación. Pero el objetivo que debemos perseguir es que se produzca una transferencia real de esas habilidades adquiridas a lo largo del proceso formativo. La cual, en un principio, sería la razón por la cual realizamos la formación.

Cómo mejoramos la transferencia del aprendizaje

Múltiples factores intervienen en el éxito de una formación pero uno de los principales es asegurar la transferencia al puesto de trabajo.

Aspectos importantes que favorecen el proceso de transferencia:

Contenidos y metodologías adecuados

En lo relativo a la parte de formación en aula, es necesario adecuar tanto la metodología como los contenidos a la persona a la que va dirigido. Que sean capaces de facilitar y provocar cambios de comportamiento reales. Con unos contenidos cercanos a su realidad, ejemplificados con situaciones vividas con anterioridad, expresadas por los mismos alumnos. Y aquí juega un papel importante el formador, generando el ambiente de confianza necesario para que los alumnos aporten sus experiencias en el puesto de trabajo.

Contenidos y metodología adecuados

Aumentar la motivación del empleado

Otro aspecto que debemos favorecer es el compromiso y la motivación a lo largo de todo el proceso. De nuevo en este caso, el formador es pieza fundamental. Debe ser capaz de hacer ver a los alumnos el sentido de la formación y los objetivos que se pretenden.

Mentoring o Mentorización

Mediante esta metodología se crea una relación de desarrollo personal y profesional que favorece la transferencia al puesto. Se consiguen mejores resultados ya que abarcamos fundamentos del aprendizaje como es el aprendizaje por imitación o el aprendizaje por ensayo/error sumado a la guía, el feedback inmediato y al apoyo motivacional que el mentor ejerce en todo el proceso.

En Grupo Emotiva-Liderea  contamos con una amplia experiencia en el desarrollo de personas y en favorecer una trasferencia real al puesto.  Si estás interesado en darle valor a tu procesos formativos y quieres conocernos, cuéntanos en que podemos ayudarte.

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